En la actualidad vivimos bombardeadas de ofertas en negocios de diferentes giros como spas, restaurantes, agencias de viajes, gimnasios y tiendas de todo tipo que prometen un rato de relajación, un alivio emocional o a desconectarnos por un momento de nuestro tan doloroso estrés.
Las imágenes que usan para anunciar están diseñadas específicamente para dirigir nuestros deseos a la compra insaciable del placer, llevándonos a gastar nuestro dinero compulsivamente en ropa, zapatos, comidas y bebidas exóticas, escapadas románticas o experiencias extremas.
¿Pero realmente nos sentimos satisfechas y felices con todo esto? La respuesta tristemente es no, y esto es a lo que se le llama “apagón de placer”.
No se si a ustedes les pase, pero cada vez conozco a más personas que toman antidepresivos o medicamentos para la ansiedad o buscan drogas alternativas para lograr relajarse o están metidas en las apps de parejas, buscando desesperadamente una que les haga feliz. Y ante la decepcionante sensación de insatisfacción, se cree entonces que el placer está muy lejos de nuestro alcance, pero, ¿será cierto? Cuéntame ¿a ti te pasa?
En mi experiencia estoy convencida de que podemos encontrar el placer en las cosas más básicas de la vida.
La experimentación del placer puede ser sexual y sensual, pero también intelectual, física y emocional, de modo que, saborear ese postre delicioso, es placer. Contemplar por largo rato una obra de arte, es placer. La satisfacción de aprobar ese examen tan difícil, es placer. El cansancio físico que da una sesión de sexo apasionado, también es placer. Completar un maratón o hacer ejercicio, por supuesto que también es placer.
¿Cuántas veces te has negado tu derecho al placer? Vivimos en una sociedad que venera el sacrificio y condena el hedonismo y por tal razón nos perdemos de disfrutar nuestra vida, sea como sea.
¿Por qué digo “sea como sea”? Te cuento que en otro momento de mi historia, solía “futurear” demasiado con ser feliz. Cuando tenga tal trabajo, seré muy feliz. Cuando me compre ese coche, seré muy feliz. Cuando vaya a la playa seré feliz. Y total que logré el trabajo, logré el coche, logré el viaje y no fui feliz, simplemente porque no me ocupé de disfrutar el trayecto entre una meta y otra, precisamente porque tenía la idea de que todo placer conlleva un sacrificio.
Tengo un amigo que es coach y un día le escuché decir que todo lo que se haga en la vida, debe generar amor, placer y alegría, lo cual suscribo con base en mi propia experiencia, porque hace tiempo que elegí vivir bajo esa consigna y aunque no siempre se puede, los seres humanos tenemos la maravillosa capacidad de elegir cómo vivir cada momento.
Así que si sientes el apagón de placer, ignora el exterior y busca dentro de ti aquello tan simple que te reactive y ¡ADUÉÑATE DE TU PLACER!
Interesante punto de vista. Todos nos vemos encerrados en ese circulo vicioso de tanto en tanto. Leyendo tu post me di cuenta que ando en uno en este momento.. Gracias. PS - Que foto mas sensual... WOW